ATENCIÓN

Gracias a todos los que leyeron mi anterior aviso sobre las imágenes de san Juan Nepomuceno. Habéis sido muchos quienes me escribisteis para darme noticia de algún Nepomuceno que conocíais, y os lo agradezco de veras.

Ahora, siguiendo con otras investigaciones, estoy centrada en varios asuntos y quería volver a pedir vuestra colaboración: si alguien conoce cepillos limosneros con representaciones de santos y no le importa hacérmelo saber o mandarme una fotografía (raquelsiguenza@msn.com), lo agradeceré igualmente. También tengo interés en imágenes de ánimas (cuadros de ánimas, los mismos cepillos que mencionaba...)

¡Muchísimas gracias a todos por vuestra ayuda!

Iconografía oculta

Un apartado en el que todo el mundo puede participar. Cada semana os invito, a modo de juego, a descubrir qué se representa en una imagen. Podemos, entre todos, ir aportando pistas que, sin desvelar por completo el asunto, nos acerquen a la solución. Si tenéis interés por la iconografía, tanto cristiana como clásica, os animo a que enviéis vuestras opiniones. ¡Será divertido!





















miércoles, 24 de agosto de 2011

Un niño de la cultura clásica: Hércules luchando contra la serpiente







Aquí tenemos al pequeño Hércules -Heracles para los griegos-, luchando con una de las serpientes que le enviara Juno -la Hera griega- para acabar con su vida.







Hace ya bastante tiempo desde que propuse esta pieza, un mármol italiano del siglo XVIII (altura: 60 cm) realizado según un modelo de Ercole Ferrata (1610-1686) que salía a subasta el pasado 8 de julio, y que se adjudicaba en la sede londinense de Sotheby's por 75.060 €.







Heracles era hijo de Alcmena (hija, a su vez, del rey de Micenas) y Zeus, quien se había transformado tomando la apariencia del esposo de ella para poder consumar sus intenciones.








Hera, cansada de las infidelidades de Zeus, al enterarse de este nuevo nacimiento, llevó hasta la cuna del pequeño dos serpientes gigantescas, con la intención de que acabaran con su vida. Sin embargo, el niño, que contaba con tan solo ocho meses de edad, las cogió con sus propias manos, estrangulándolas.


Zeus, por su parte, decidido a que su hijo fuera inmortal, encargó a Hermes que colocara al bebé junto al pecho de Hera para que ésta le diera de mamar sin darse cuenta, mientras dormía. Así ocurrió, pero el niño mordió a la diosa, que se despertó sobresaltada y, apartando al niño de sí, hizo que su leche salpicara el firmamento, surgiendo en ese instante la Vía Láctea, mientras que, de aquellas gotas que había caido en el suelo, nacía la flor del lirio.


Quizá la representación artística más conocida es la que hiciera Rubens, y que hoy se encuentra en el Museo del Prado (derecha). Llevada a cabo entre 1636 y 1637, fue un encargo de Felipe IV para la decoración de la Torre de la Parada, de la que también formarían parte otras obras de asunto mitológico pintadas por este autor.


Bibliografía: FALCÓN MARTÍNEZ, Constantino (et alt.), Diccionario de la mitología clásica, I (A-H), Madrid, Alianza Editorial, 1995, pp. 299-300