viernes, 5 de febrero de 2010

¿Una ninfa o Pandora?

La semana pasada proponía esta imagen como "iconografía oculta". Había salido a subasta en Segre, donde la titulaban Ninfa.
Creo que, aunque hay pocos datos , son suficientes para hablar de Pandora.
Según la mitología grecolatina, Pandora fue la primera mujer, creada del barro por Hefesto, que la modeló por mandato de Zeus. Con esto, intentaba el dios vengarse de los hombres después del engaño que había sufrido por parte de Prometeo, que le había robado el fuego (http://cuadrosparaunaexposicion.blogspot.com/2009/07/el-prometeo-de-ribera-record-del.html).

Atenea la vistió, las Gracias la enjoyarosn, Afrodita le dio su belleza y Hermes la maldad y la falta de inteligencia.
Una vez finalizada su "obra", Zeus le insufló vida y se la envió como regalo a Epimeteo, hermano de Prometeo, que se casó con ella aunque había recibido la adverteencia de no aceptar nada proveniente del dios supremo.

Prometeo había conseguido encerrar todos los males del mundo en una vasija, sin embargo, la curiosidad de Pandora le llevó a abrirla y, cuando se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo, la intentó cerrar rápidamente. Todos los males ya habían escapado, quedando dentro tan solo la esperanza.

Es un asunto muy representado por los prerrafaelitas, con Pandora como una hermosa joven que sostiene una caja o vasija de cerámica de tamaño variable. Aunque lo habitual es que ella esté abriendo el recipiente, del que salen todos los males, nos podemos encontrar también la caja cerrada en las manos de Pandora, como en la obra de Alma Tadema (imagen izquierda). De hecho, si comparamos esta obra con la
que salía a la venta en la sala de subastas madrileña, se ve un claro paralelismo entre ambas figuras.


Con anterioridad se pueden encontrar referencias renacentistas y barrocas que la ponen en relación con la figura de Eva, entendiendo que ambas llevaron a la Humanidad a la perdición (de ahí la tabla de Jean Cousin el Viejo titulada Eva prima Pandora, a la derecha) o la Alegoría de la Vanidad que pintó Nicolas Régnier en el siglo XVII, en la que la joven destapa la vasija, rodeada de joyas y riquezas, al mismo tiempo
pisa una calavera, como símbolo de lo efímero de la vida (a la izquierda, junto a estas líneas).

Fotos: wikimedia commons, http://www.wga.hu/frames-e.html?/html/c/cousin/evaprima.html

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