miércoles, 15 de diciembre de 2010

¿Una alegoría masculina?

Hace ya varios años que la sala de subastas Bilbao XXI sacaba esta talla a la venta. En su catálogo, la identificaban como una alegoría de la Fortaleza (escuela castellana del s. XVI) y se vendía por 7.250 €.

Esta semana la planteo como "reto", dado que lo primero que llama la atención es que se trate de un asunto alegórico siendo una figura masculina.

¿Hay alguien que pueda dar otra interpretación?


5 comentarios:

  1. Saludos a todos.

    Obviamente no es figura femenina, que es lo que se espera en una alegoría. Más bien, por el rostro, parece un angelote. En ese caso, el atributo de la columna me lleva a pensar que debería ser un angel pasionista (o pasionario), que lleva uno de los atributos de la Pasión.
    Así que tampoco sería masculino... ¿o vamos a discutir del sexo de los ángeles?
    De todas formas me queda la duda de por qué se levanta la túnica, si no muestra la pierna...

    Hasta pronto, Raquel

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  2. Ni idea al respecto, porque la columna parece ser un atributo claro. No obstante, en cuanto a la apariencia, se aprecia una “pseudoginecomastia” si es un joven un poco obeso, aunque no hay que olvidar que en otras “Fortalezas”, por ejemplo, los pechos no están demasiado marcados, supongo que por las debilidades humanas, que tienen que ver con la templanza. Por aprovechar los complementos, diré que seguiré buscando con poca fe pero con algo de esperanza y así, con suerte, tener alguna pista dada por un alma caritativa.
    Sólo* he encontrado un Justo (o Pastor) vestido de manera parecida e incluso con la túnica remangada y sin ninguno de los atributos típicos.
    Jesús.
    * Aprovecho, hoy que se ha presentado la nueva Ortografía, para decir que seguiré acentuando esta palabra, aunque realmente bien podría estar sin tilde en este caso.

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  3. Galván, además de decir que tienes mucha razón en tus observaciones, también diré, respecto a tu pregunta, que a mí me parece que lo que hace es sujetarse el manto, que se le ha resbalado del hombro derecho, porque si te fijas, el otro hombro está tapado y la caída de la tela perfectamente podría cuadrar con la manera en que sujeta el paño con la mano derecha. Pero la foto la veo igual de bien (o de mal) que todos vosotros, así que si alguien ha pensado en otra posibilidad, puede plantearla, por si yo estuviera equivocada.
    Lo de su sexo me recuerda a las "ángelas" de los frescos de Goya en San Antonio de la Florida (aunque ya sé que no tiene nada que ver con lo que estamos hablando aquí), aunque a nuestro protagonista le faltan las alas.

    Y a Jesús tengo que decirle que, como siempre, tiene la virtud de enlazar pistas de una forma muy poética...

    Bueno, de momento parece que tendremos que decidirnos entre un ángel o una alegoría...

    ¿Alguien más tiene alguna idea?

    Un saludo,
    Raquel

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  4. No olvidemos que las virtudes son espíritus cuyo nombre significa fuerza viril. En mi búsqueda infructuosa he mirado hasta casi en un “Atlas”. A este respecto, si vale la broma, he leído que hay retablos que, además de cariátides, tienen atlantes que representan virtudes, como el de Nª Sª del Rosario de la iglesia del Santo Espíritu de Terrassa o el desaparecido de San Pablo en la iglesia de Santa María del Mar de Barcelona. Según se aprecia en la imagen “reto”, parece claro que no es un atlante, pero sí podría ser una figura masculina y virtud. Hay también ángeles virtudes, como en la iglesia de Santiago en Carmona.
    Por cierto, Raquel, aunque supongo que ya lo sabrás, hay un San Juan Nepomuceno en la capilla sacramental de la iglesia de San Pedro, también en Carmona.
    Jesús.

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  5. Hola Jesús! Y Feliz Año Nuevo!

    He tardado un poco en contestar, pero aquí estoy. Como bien dices, no es un atlante y lo cierto es que, de ser una alegoría de la virtud, sería una excepción entre un millón. Yo me decanto más por otra respuesta, que veremos mañana, aunque, como siempre, tus apuntes resultan muy interesantes.
    Gracias por la mención del Nepomuceno. Como he dicho alguna vez, prefiero tener la misma referencia diez veces que perderla porque alguien no me la ha comentado pensando que era muy evidente. Mi episodio en Carmona fue una odisea... Fui, hice muchísimas fotos, no sólo del de San Pedro, sino de muchos otros que encontré allí después de remover cielo y tierra, que hasta tuve que llamar al enterrador, creo recordar, porque era la persona que me tenía que abrir una de las iglesias, y cuando regresé a Madrid... No me había salido ni una sola de las imágenes porque mi flash no había funcionado bien... Cuatro años después, volví -ya con cámara digital-, pero no pude cuadrarlo todo igual de bien, así que no pude fotografiar todo lo que hice (o más bien, creía haber hecho) la primera vez... Bueno, supongo que estas cosas pasan... Ahora hasta me hace gracia recordar todo aquello... En fin, gracias de nuevo.
    Un saludo, Raquel

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