De nuevo, dejamos un poco a nuestros santos para ofrecer una escena narrativa.
No sé lo fácil o difícil que pueda resultar, pero desde luego hay un detalle, quizá poco visible, que nos indica sin lugar a dudas la pista clave para descubrir el asunto narrado.
¡A ver si lo descubrimos!
Raquel, sí, quizás el detalle sea poco visible, pero ayuda que todos los comensales del banquete, menos el perro, estén mirándolo. Y es que nunca ha estado bien visto escribir en las paredes, ni aunque sea en arameo.
ResponderEliminarSaludos
Como bien dice José Mª Collantes, hay tres palabras muy curiosas y premonitorias que me impresionaron de pequeño cuando coleccioné un álbum sobre el Antiguo Testamento. Era un texto aparentemente simple pero que hubo de ser interpretado por un profeta mayor. Se le aplica a veces a personajes actuales e incluso encontré en una ocasión un artículo científico con ellas como título.
ResponderEliminarJesús.
Pues así es.
ResponderEliminarGracias a vuestros comentarios, ¡ya lo tenemos!
Raquel