Aquí tenemos una nueva -y multitudinaria- escena salida del Antiguo Testamento para la próxima semana.
Quizá no es demasiado representada, pero desde luego sí que es muy característica, y una vez conocida, no se escapa de qué asunto se trata cuando se vuelve a ver, así que ¡mucho ánimo con vuestras pesquisas!
Creo que tenemos una continuación del anterior reto, cuyo protagonista guiaba la búsqueda de un objetivo concreto. En esta escena muestran una prueba de que ya han encontrado lo que buscaban.
Me parece que efectivamente, como nos dice José Mª Collantes, se trata de una continuación de la historia contada anteriormente, aunque no narrada en el mismo libro sino en otros tres libros. Aparecen en ella números muy bíblicos como el doce y el cuarenta. Los portadores que se muestran en el grabado no sólo trajeron excelentes frutos; también noticias que aterrorizaron a la mayoría y que finalmente tuvieron como consecuencia una prohibición terrible para muchos, incluido el jefe. Jesús.
que ahí vuelven los hijos (como los del patíbulo) contando que no se que yo de los ríos de leche y miel, que en apariencia me parecen muy atractivos, luego no vienen siendo muy prácticos para lavar la ropa, ni para beber, ni para ducharse, imaginaos, con la cantidad de insectos que debe haber por aquellos lugares... y ojito con la prohibición, después de todo este tiempo, bueno, la verdad tampoco es que se portaran muy bien... Saludos Fernando
Creo que tenemos una continuación del anterior reto, cuyo protagonista guiaba la búsqueda de un objetivo concreto. En esta escena muestran una prueba de que ya han encontrado lo que buscaban.
ResponderEliminarMe parece que efectivamente, como nos dice José Mª Collantes, se trata de una continuación de la historia contada anteriormente, aunque no narrada en el mismo libro sino en otros tres libros. Aparecen en ella números muy bíblicos como el doce y el cuarenta. Los portadores que se muestran en el grabado no sólo trajeron excelentes frutos; también noticias que aterrorizaron a la mayoría y que finalmente tuvieron como consecuencia una prohibición terrible para muchos, incluido el jefe.
ResponderEliminarJesús.
que ahí vuelven los hijos (como los del patíbulo) contando que no se que yo de los ríos de leche y miel, que en apariencia me parecen muy atractivos, luego no vienen siendo muy prácticos para lavar la ropa, ni para beber, ni para ducharse, imaginaos, con la cantidad de insectos que debe haber por aquellos lugares...
ResponderEliminary ojito con la prohibición, después de todo este tiempo, bueno, la verdad tampoco es que se portaran muy bien...
Saludos
Fernando
Hola a los tres!
ResponderEliminarBueno, como suele pasar, ¡está más que bien enfocado y encaminado! ¡Ya lo tenemos!
Un saludo, Raquel