domingo, 29 de abril de 2012

Los dioses del panteón clásico: Dioniso

Dioniso, que en ocasiones es nombrado erróneamente Dionisio, es el dios del vino y el éxtasis, de la agricultura y el teatro. También se le llama Baco, como en la mitología romana, nombre del que proviene la palabra bacanal.
En algunas versiones, es hijo de Zeus y la mortal Sémele, y en otras es engendrado de la unión entre Zeus y Perséfone. En cualquier caso, su nacimiento es bastante extraño, prueba de la dificultad que tuvieron los antiguos griegos para encajarlo dentro de su panteón. En la primera versión, como hijo de Zeus y Sémele, la celosa Hera descubrió la infidelidad de su esposo al ver a la mortal embarazada. Acudió a ella disfrazada de anciana, y se ganó su confianza, hasta que la propia Sémele le confesó que iba a tener un hijo de Zeus. Hera fingió no creerlo, haciendo dudar a Sémele, quien rogó a Zeus que se presentase ante ella como prueba de su divinidad. Aunque él no quería, consciente del peligro para la mortal, tales fueron los ruegos de ella que finalmente, el dios se apareció ante ella con sus rayos y truenos, dando lugar a la muerte de la joven carbonizada. Zeus rescató a Dioniso y lo implantó en su propio muslo, donde terminó de gestarse, hasta su nacimiento en el monte Pramnos de la isla Icaria. La otra versión lo hace hijo de Zeus y Perséfone, la reina del Inframundo. Aquí también, Hera trata de matarlo enviando a los Titanes para que lo descuartizasen. Cuando apareció Zeus, hizo huir a los Titanes con sus rayos, pero ya habían devorado todo el cuerpo de Dioniso excepto su corazón. El dios utilizó este órgano para recrearlo en el vientre de Sémele, o se lo dio a comer a ésta para dejarla encinta, según las diferentes versiones.
También hay distintas interpretaciones de su infancia y juventud. En todas ellas, Dioniso es entregado a diferentes personas, dioses, diosas o ninfas, que lo mantendrían alejado de Hera. Cuando creció, descubrió el vino y la forma de conseguirlo, pero Hera lo encontró, le hizo enloquecer y lo empujó a vagar por la Tierra. Conoció a la diosa Cibeles en Frigia (el equivalente de la diosa griega Rea), quien le enseñó los secretos del vino, cómo cultivar la vid y cómo extraer el preciado zumo de la uva. Continuó viajando por Asia, hasta llegar a la India, donde permaneció varios años antes de regresar a Grecia.
En el conocido mito del rey Midas, Sileno, el padre adoptivo y maestro de Dioniso había desaparecido, ebrio, y apareció en la corte del rey Midas, quien lo atendió durante diez días. Al undécimo día, el rey llevó a Sileno de vuelta con Dioniso, y el dios le ofreció elegir la recompensa que quisiera. El rey pidió que todo lo que tocase se convirtiese en oro, y así le fue concedido. Al cabo de unos días de pasar hambre y sed, y después de convertir a su propia hija en una estatua de oro, el rey Midas rezó a Dioniso para que le quitase aquel don. Oídas sus súplicas, le dijo al rey que se bañase en el río Pactolo. Y así lo hizo, mas, al tocar las aguas del río les traspasó su poder, y las arenas del río se convirtieron en oro. Con este mito, los griegos también explicaban por qué las arenas del río Pactolo eran ricas en este metal precioso.
Después de establecer su culto por todo el mundo, Dioniso subió al Olimpo, donde se sienta a la derecha de Zeus como uno de los Doce Grandes. Para que los doce dioses olímpicos siguieran siendo doce, uno de ellos tuvo que abandonar el Consejo Olímpico; Hestia cedió su lugar a Dioniso, para poder dedicarse al cuidado del fuego del hogar en el Olimpo, y así apartarse de las continuas peleas por celos entre dioses y diosas.

En el arte, Dioniso aparece representado en muchas vasijas para el vino, por un lado como un hermoso joven andrógino, habitualmente desnudo y con un racimo de uvas en las manos, o bebiendo de una copa (En la imagen superior, Dioniso del tipo Madrid-Varese, copia romana del original griego hacia 125-100 a.C. Museo del Prado, Madrid, donde aparecen estos símbolos. En la imagen inferior, encontramos la que es, posiblemente, la representación más conocida de Dioniso: Los borrachos o El triunfo de Baco, Diego Velázquez, 1629. Museo del Prado, Madrid). Por otro lado, también se le representa como un adulto obeso de largas barbas, cubierto con una túnica, aunque los símbolos son los mismos, una copa de vino o un racimo de uvas.
Bibliografía: GRAVES, Robert, Los mitos griegos I, Londres, Cassell, 1968, pp. 110-119. Dirección URL: http://es.scribd.com/doc/5313460/Graves-Robert-Los-Mitos-Griegos-I
http://es.wikipedia.org/wiki/Dionisos

Imágenes:
http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Dioniso_del_tipo_Madrid-Varese_%28M._Prado%29_01.jpg
http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Diego_Vel%C3%A1zquez_015.jpg

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.