ATENCIÓN

Gracias a todos los que leyeron mi anterior aviso sobre las imágenes de san Juan Nepomuceno. Habéis sido muchos quienes me escribisteis para darme noticia de algún Nepomuceno que conocíais, y os lo agradezco de veras.

Ahora, siguiendo con otras investigaciones, estoy centrada en varios asuntos y quería volver a pedir vuestra colaboración: si alguien conoce cepillos limosneros con representaciones de santos y no le importa hacérmelo saber o mandarme una fotografía (raquelsiguenza@msn.com), lo agradeceré igualmente. También tengo interés en imágenes de ánimas (cuadros de ánimas, los mismos cepillos que mencionaba...)

¡Muchísimas gracias a todos por vuestra ayuda!

Iconografía oculta

Un apartado en el que todo el mundo puede participar. Cada semana os invito, a modo de juego, a descubrir qué se representa en una imagen. Podemos, entre todos, ir aportando pistas que, sin desvelar por completo el asunto, nos acerquen a la solución. Si tenéis interés por la iconografía, tanto cristiana como clásica, os animo a que enviéis vuestras opiniones. ¡Será divertido!





















jueves, 28 de enero de 2010

Encuentro entre los tres vivos y los tres muertos




El asunto que veíamos la pasada semana se denomina "El encuentro entre los tres vivos y los tres muertos". Se trata de una escena que se desarrolla durante la Edad Media a la que se le supone un origen literario, aunque después pasará al arte. Nace en el siglo XIII y se puede encontrar hasta el XV, especialmente en pinturas murales y miniaturas, aunque se pueden dar también en otro escultura o vidriera, por ejemplo.

Podemos decir que, en esencia, se trata de una vanitas, es decir, que lo que se intenta es hacer reflexionar al espectador sobre el fin último de la vida y que, cuando uno vive en constante pecado, está condenado a las penas del infierno. Por ello, se representan tres caballeros (en el caso del Libro de Horas de la reina Juana I de Castilla, en la imagen de la izquierda, hay sólo dos junto con una dama) ricamente ataviados y normalmente con elementos como una jauría de perros o halcones, que nos hablan de su alto linaje y de una vida vana. Ante ellos se aparecen tres cadáveres en diferente estado de descomposición que les recuerdan lo que habrán de pasar en su futuro.

Se da, al mismo tiempo, en Francia, Italia e Inglaterra y se pueden diferenciar dos tipos de representación: la francesa, más parca en su descripción, donde muchas veces aparecen los muertos alineados junto a los vivos, en aparente conversación, y la italiana, de ambientación mucho más rica, con la presencia ocasional de un ermitaño -elemento vinculado a la vanitas-, y expresiones de pavor en los tres vivos.Tiene, además, una clara relación con asuntos como las "danzas macabras" y los "triunfos de la muerte", tan característicos de la época bajo-medieval.

Imágenes y más información: Libro de Horas de Juana I de Castilla (http://www.moleiro.com/miniatura.v.php?p=739/es) y salterio de Robert de Lisle (http://www.lahornacina.com/articulosmuertos.htm)


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