ATENCIÓN

Gracias a todos los que leyeron mi anterior aviso sobre las imágenes de san Juan Nepomuceno. Habéis sido muchos quienes me escribisteis para darme noticia de algún Nepomuceno que conocíais, y os lo agradezco de veras.

Ahora, siguiendo con otras investigaciones, estoy centrada en varios asuntos y quería volver a pedir vuestra colaboración: si alguien conoce cepillos limosneros con representaciones de santos y no le importa hacérmelo saber o mandarme una fotografía (raquelsiguenza@msn.com), lo agradeceré igualmente. También tengo interés en imágenes de ánimas (cuadros de ánimas, los mismos cepillos que mencionaba...)

¡Muchísimas gracias a todos por vuestra ayuda!

Iconografía oculta

Un apartado en el que todo el mundo puede participar. Cada semana os invito, a modo de juego, a descubrir qué se representa en una imagen. Podemos, entre todos, ir aportando pistas que, sin desvelar por completo el asunto, nos acerquen a la solución. Si tenéis interés por la iconografía, tanto cristiana como clásica, os animo a que enviéis vuestras opiniones. ¡Será divertido!





















viernes, 30 de julio de 2010

Jacob y Esaú o la venta de la primogenitura



La obra que habíamos propuesto es un lienzo de Wtewael que salía a subasta el pasado 7 de julio en la sala londinense de Bonhams por un mínimo de 480.000 € y que no encontró comprador. En ella se representa una escena del Antiguo Testamento narrada en el Génesis, 1, 25:34.

Jacob y Esaú eran hermanos, hijos de Isaac y Rebeca. Jacob, más tranquilo, era el preferido de su madre, mientras que Esaú, cazador y más activo, era el mayor y preferido de Isaac. Un día que Jacob había estado cocinando unas lentejas, volvía Esaú de la caza exhausto y hambriento. Al ver el plato de su hermano, le pidió que se lo diera, a lo que Jacob respondió pidiéndole a cambio su primogenitura. Esaú, pensando que tarde o temprano moriría y ser primogénito no le serviría de mucho, aceptó el trato.

Después se producirá la bendición de Isaac sobre su hijo menor Jacob, en vez de sobre Esaú, gracias a un "truco" de su madre y la posterior cólera de Esaú, que intentará matar a su hermano.

Iconográficamente, no hay mucha dificultad para identificar esta escena: aparecen los dos hermanos en un interior, Esaú vestido de cazador (y con frecuencia vestido a la moda contemporánea del artista), por lo que a veces, como en este caso, se pueden ver perros de caza u otros elementos relativos a esta actividad. Y, claro está, el plato

de lentejas. Muchas veces se ve el intercambio del mencionado plato aunque en otras ocasiones, como en la obra de Michel Corneille I (a la derecha), fechada en 1630 y localizada en el Museo de Bellas Artes de Orleans, el plato pasa a ser casi una mera anécdota, y se le da más importancia a la descripción del escenario, inspirado en una casa burguesa del momento.