ATENCIÓN

Gracias a todos los que leyeron mi anterior aviso sobre las imágenes de san Juan Nepomuceno. Habéis sido muchos quienes me escribisteis para darme noticia de algún Nepomuceno que conocíais, y os lo agradezco de veras.

Ahora, siguiendo con otras investigaciones, estoy centrada en varios asuntos y quería volver a pedir vuestra colaboración: si alguien conoce cepillos limosneros con representaciones de santos y no le importa hacérmelo saber o mandarme una fotografía (raquelsiguenza@msn.com), lo agradeceré igualmente. También tengo interés en imágenes de ánimas (cuadros de ánimas, los mismos cepillos que mencionaba...)

¡Muchísimas gracias a todos por vuestra ayuda!

Iconografía oculta

Un apartado en el que todo el mundo puede participar. Cada semana os invito, a modo de juego, a descubrir qué se representa en una imagen. Podemos, entre todos, ir aportando pistas que, sin desvelar por completo el asunto, nos acerquen a la solución. Si tenéis interés por la iconografía, tanto cristiana como clásica, os animo a que enviéis vuestras opiniones. ¡Será divertido!





















lunes, 7 de noviembre de 2011

Un nuevo episodio bíblico: la curación de Tobit

Aquí estamos de nuevo con "La curación de Tobit", escena del Antiguo Testamento que proponíamos hace ya algunas semanas.


Se trata de un óleo sobre lienzo de Paul Troger (1698-1762) localizado en la Residenzgalerie de Salzburgo y realizado en la primera mitad del XVIII.



El relato estaba narrado en un texto griego fechado hacia 150 a. C., y cuyo original hebreo no se ha localizado, el llamado Libro de Tobías. Los protestantes lo consideran apócrifo, por lo que lo han excluido de la Biblia y, además, argumentan que fomenta el culto de los ángeles, condenado por ellos como una superchería.

Según la versión utilizada, podemos encontrarnos con que los dos personajes, padre e hijo, se llaman Tobías, y así aparecen en la traducción latina de la Vulgata. En España, tenemos una edición de la Biblia por Nácar y Colunga en la que se llama Tobit al padre para poder diferenciarlo de su hijo.

En cualquier caso, la historia nos dice que Tobit, exiliado en Nínive, se dedicaba a enterrar de forma clandestina a los hebreos muertos por Senaquerib. Una noche salió a dormir a la puerta de su casa, sin saber que unos pájaros habían anidado justo sobre el lugar en el que él estaba echado y fue así como quedó ciego, a causa de los excrementos de estos animales que cayeron en sus ojos.



Entonces, encargó a su hijo Tobías que buscara un compañero y fuera a cobrar una deuda que le debía Gabael. Para cumplir con ello, fue acompañado por el arcángel Rafael, quien no descubrió su verdadera identidad, haciéndose llamar Azarías.

De camino el ángel hizo que el joven capturase un

pez -momento mucho más representado en el arte- y guardar su corazón, su hígado y su hiel. Con los dos primeros órganos expulsó a Asmodeo, el demonio que Sara, la hija

de Ragüel, tenía en su cuerpo, para poder casarse con ella y, con la hiel, curó los ojos ciegos de su padre al regresar a su casa. Es éste el momento elegido por Troger y también por Domenico Fetti para una pintura realizada en 1620-1623 (izquierda) y hoy en el Ermitage de San Petersburgo.


Iconográficamente, es fácil identificar esta escena, pues aparece el padre, normalmente sentado y con los ojos cerrados, y su hijo, a su lado o detrás de él, le frota los ojos con la hiel tomada del pez. Además, Ana -la esposa de Tobit-, el ángel, e incluso el perro que acompañó al joven en su aventura, suelen estar también presentes.



Bibliografía: Louis RÉAU, Iconografía de la Biblia. Antiguo testamento, Barcelona, Del Serbal, 1996, pp. 368-378

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