El pasado 6 de octubre, el museo Boijmans van Beuningen de Rotterdam daba la noticia: entre los cuadros guardados en sus almacenes se encontraba una obra de Rembrandt (1606-1669) atribuida, durante mucho tiempo, a un discípulo del maestro.
No quedan fuera de este asunto las aparentes rivalidades entre el especialista que ha descubierto el lienzo y el que parece ser su principal rival (que, además, fue quien lo catalogó en un primer momento como anónimo), pero fuera de estas polémicas, interesa el asunto representado: Tobías y su mujer Ana.
La parte más conocida de la historia de Tobías o Tobit, que la veremos también, narra cómo su hijo, llamado también Tobías, se va, acompañado del arcángel Rafael, a buscar un remedio para la ceguera que sufría su padre.
El pintor ofrece una escena de género, en un interior, con los dos personajes frente al fuego; es el momento en que ambos esperan, con cierta impaciencia por el largo tiempo transcurrido, el regreso de Tobías. No es, desde luego, el momento más representado de la narración bíblica, que se recoge en: Tobías, 10: 1-7. Y, además, difícil de identificar como asunto religioso a simple vista, pues no aparecen elementos claves que nos lo señalen como tal.
Fuente: hoyesarte.com; Sagrada Biblia (ed. comentada de Nácar y Colunga, B.A.C., 1973)
Iconografía oculta
Un apartado en el que todo el mundo puede participar. Cada semana os invito, a modo de juego, a descubrir qué se representa en una imagen. Podemos, entre todos, ir aportando pistas que, sin desvelar por completo el asunto, nos acerquen a la solución. Si tenéis interés por la iconografía, tanto cristiana como clásica, os animo a que enviéis vuestras opiniones. ¡Será divertido!
domingo, 10 de octubre de 2010
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