ATENCIÓN

Gracias a todos los que leyeron mi anterior aviso sobre las imágenes de san Juan Nepomuceno. Habéis sido muchos quienes me escribisteis para darme noticia de algún Nepomuceno que conocíais, y os lo agradezco de veras.

Ahora, siguiendo con otras investigaciones, estoy centrada en varios asuntos y quería volver a pedir vuestra colaboración: si alguien conoce cepillos limosneros con representaciones de santos y no le importa hacérmelo saber o mandarme una fotografía (raquelsiguenza@msn.com), lo agradeceré igualmente. También tengo interés en imágenes de ánimas (cuadros de ánimas, los mismos cepillos que mencionaba...)

¡Muchísimas gracias a todos por vuestra ayuda!

Iconografía oculta

Un apartado en el que todo el mundo puede participar. Cada semana os invito, a modo de juego, a descubrir qué se representa en una imagen. Podemos, entre todos, ir aportando pistas que, sin desvelar por completo el asunto, nos acerquen a la solución. Si tenéis interés por la iconografía, tanto cristiana como clásica, os animo a que enviéis vuestras opiniones. ¡Será divertido!





















jueves, 1 de noviembre de 2012

Una escena con la Virgen: la Asunción


Teníamos pendiente resolver este reto de hace algún tiempo (del 13 de junio de 2012). Sin darme cuenta, publiqué la solución de un reto posterior antes de éste. Bueno, aquí lo tenemos: como ya dijimos en su momento, la pieza que nos ocupaba esta vez salía a pujas en Bilbao XXI el pasado mes de junio por 5.500 euros (lote 547). 
En el catálogo se decía que es un trabajo quiteño del XVIII representando a la Virgen con santos. 
La escena en concreto es la Asunción de María.
Se trata de una doctrina que se forma entre los siglos IX y XII y se ratifica gracias a santo Tomás de Aquino, san Alberto Magno y san Buenaventura en el XIII pues, en realidad, no se encuentra en los textos sagrados de manera explícita. Es en ese siglo cuando desaparece el asunto de la resurrección de la Virgen, siendo reemplazado por la Asunción.
En occidente se ilustra especialmente la asunción corporal de María, que es llevada hasta el cielo por ángeles. Se supone que, como Cristo, su Madre resucita también tres días después de morir.
la diferencia principal con la Ascensión de Jesús es que éste no necesita ninguna ayuda para poder llegar al cielo, mientras que María sí, como se puede ver también en el lienzo de Jacob Jordaens localizado en el Museo de Arte de Gante (imagen izquierda), en el que María es elevada por unos ángeles mientras que, debajo de ellos, varios apóstoles observan el suceso y otros miran con asombro la tumba vacía, llena de flores. Por ello, es incorrecto decir "Ascensión de la Virgen".
Las contaminaciones con la imagen de la Inmaculada Concepción han dado lugar a obras en las que se unen elementos de ambas iconografías.
Para exaltar mejor la Asunción, se enriqueció el episodio con detalles procedentes de la Resurrección de Cristo. De ahí surgió el asunto apócrifo del "cinto de la Virgen", según el cual santo Tomás había puesto en duda la Asunción de María y que, para Réau, es una creación que habría nacido en el arte italiano para formar pareja con la visita de las Santas Mujeres al sepulcro de Cristo.Según una versión, santo Tomás estaba en el Monte de los Olivos cuando vio cómo unos ángeles se llevaban el cuerpo de María, suplicándole antes de que desapareciera, que le dejara una señal. La Virgen entonces dejó caer su cinturón, que él llevó hasta el resto de los apóstoles, asegurando que el cadáver ya no estaba en su tumba, como comprobaron al llegar al lugar. En ese momento, Tomás narró lo ocurrido, mostrando como prueba el cinturón que llevaba en sus manos. Otra narración, en cambio, asegura que Tomás llegó tarde al entierro de la Virgen, y pidió que abrieran su sarcófago para verla por última vez. Así se hizo, y al verlo vacío, todos concluyeron que habría subido al cielo, menos él, que se mantuvo escéptico, por lo que María dejó caer su cinturón desde las Alturas.  
Pío XII proclamó en 1950 el dogma de la Asunción de la Virgen. 

Bibliografía: DUCHET-SUCHAUX, Gaston y PASTOREAU, Michel, La Biblia y los santos. Guía iconográfica, Madrid, Alianza Editorial, 2003, pp. 50-51, RÉAU, Louis, Iconografía del arte cristiano. Iconografía de la Biblia. Nuevo Testamento, Barcelona, Del Serbal, 1996, pp. 638-643

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