A pesar de la crisis, el pasado 3 de febrero, Sotheby's Londres ha sorprendido con un remate nunca visto. 75,5 millones de euros es la cifra pagada por la escultura de Alberto Giacometti L’homme qui marche I (El hombre que camina). Al menos diez compradores desataron una guerra de pujas que acabó ganando un coleccionista anónimo al teléfono.
No sólo se ha establecido un récord para el artista, sino que L’homme qui marche I ha pasado a ser la obra de arte más cara jamás adjudicada en una subasta.
L'Homme qui marche I pertenece a la etapa de madurez del escultor suizo y representa el punto culminante de su experimentación con la figura humana. Destinada en principio a formar parte de un proyecto público encargado a Giacometti para una plaza del distrito financiero de Nueva York, el escultor creó varias obras, de las que sólo unas pocas subsisten (L'Homme qui marche I y II entre ellas). Sin embargo, viendo que le llevaría muchos años realizar el proyecto, Giacometti terminó abandonándolo.
Más de veinte años han pasado desde la última vez que salió a la venta una figura andante de gran tamaño.
Esta era la primera vez en más de veinte años que salía a la venta una figura de Giacometti de un hombre caminando de gran tamaño. El pasado 9 de noviembre, en Sotheby's Nueva York, L'Homme qui chavire, del mismo autor, se adjudicó por 19,3 millones de dólares (13,2 millones de euros), muy por encima del precio estimado: entre 8 y 12 millones de dólares.
La obra pertenecía a la colección corporativa de Dresdner Bank AG, llegando a las manos del Commerzbank AG después de la última adquisición de Dresdner Bank en 2009. Commerzbank tiene la intención de utilizar los beneficios de la venta para reforzar los recursos de su nuevo Centro de Fundaciones, así como para proporcionar fondos a los museos asociados a los trabajos de restauración y programas educativos.
Otro récord
La segunda sorpresa de la subasta celebrada por Sotheby´s fue la obra de Gustav Klimt Kirche in Cassone, una obra cargada de significación histórica que atrajo a cuatro candidatos, fijando su precio final en 27 millones de euros, muy por encima de las estimaciones iniciales.
Esta obra fue perdida en Viena durante el período nazi tras pertenecer a una de las mayores colecciones de obras pertenecientes a los inicios de Klimnt, la de la monarquía austro-húngara del magnate del hierro, Víctor Zuckerkandl y su esposa Paula, y sólo reapareció décadas más tarde.
El cuadro fue puesto a la venta esta noche en virtud de un acuerdo entre Georges Jorisch, ahora de 81 años de edad, sobrino nieto del dueño original, y el coleccionista privado europeo a cuya familia había pertenecido el cuadro durante varios años.
Fuente: Sotheby's.com y http://www.hoyesarte.com/index.php?option=com_content&view=article&id=3822:subasta-historica&catid=112:noticia2columnas&Itemid=411
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