ATENCIÓN

Gracias a todos los que leyeron mi anterior aviso sobre las imágenes de san Juan Nepomuceno. Habéis sido muchos quienes me escribisteis para darme noticia de algún Nepomuceno que conocíais, y os lo agradezco de veras.

Ahora, siguiendo con otras investigaciones, estoy centrada en varios asuntos y quería volver a pedir vuestra colaboración: si alguien conoce cepillos limosneros con representaciones de santos y no le importa hacérmelo saber o mandarme una fotografía (raquelsiguenza@msn.com), lo agradeceré igualmente. También tengo interés en imágenes de ánimas (cuadros de ánimas, los mismos cepillos que mencionaba...)

¡Muchísimas gracias a todos por vuestra ayuda!

Iconografía oculta

Un apartado en el que todo el mundo puede participar. Cada semana os invito, a modo de juego, a descubrir qué se representa en una imagen. Podemos, entre todos, ir aportando pistas que, sin desvelar por completo el asunto, nos acerquen a la solución. Si tenéis interés por la iconografía, tanto cristiana como clásica, os animo a que enviéis vuestras opiniones. ¡Será divertido!





















jueves, 14 de octubre de 2010

Hermafrodito: un personaje mitológico con "doble personalidad"

La pasada semana proponíamos esta imagen de un artista que aún no quiero nombrar.

La obra se titula Hermaphrodite.

Hermafrodito es una divinidad en la cual se unen los dos sexos y cuyo origen puede estar en Oriente a partir de ciertos ritos de matrimonio en los que la pareja se intercambiaba los vestidos.

Según la leyenda, contada por Ovidio en sus Metamorfosis, Hermafrodito era
un hermoso hijo de Hermes y Afordita, de ahí su nombre, que fue criado por las náyades en el monte Ida. Siendo todavía joven, partió de aquel lugar y llegó hasta un pantano en el que vivía una ninfa llamada Salmácide (o Salmacis) que, nada más verle, se enamoró de él, aunque fue rechazada.

Finalmente, Salmacis aprovechó un momento en que el joven se estaba bañando en las aguas de su pantano, abrazándole al mismo tiempo que pedía a los dioses no separarse jamás de él. El deseo fue concedido y ambos se fundieron en un solo cuerpo, ni hombre, ni mujer, sino ambas cosas a la vez. Una vez finalizada la transformación, Hermafrodito, viendo lo sucedido, rogó a sus padres que castigaran con esta misma metamorfosis a todo aquel que se bañara en aquellas aguas, como así fue.

Las representaciones plásticas de Hermafrodito son relativamente frecuentes y a veces aparece acompañando a Dionisio. Jan Gossaert, hacia 1517, realizaba su versión de este asunto (a la derecha, Hermafrodito y Salmacis), pero podemos encontrar esculturas que lo representan en el Museo del Prado o el Louvre, por ejemplo.

Fuentes: Ovidio, Metamorfosis, libro IV (en línea: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes: http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/12257292019032617210213/p0000004.htm#I_10_)
FALCÓN MARTÍNEZ, Constantino (et alt.), Diccionario de la mitología clásica, Madrid, Alianza Editorial, 1995, p. 323
Imágenes: http://es.wikipedia.org/wiki/Hermafrodito

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