Aquí estamos una semana más. En esta ocasión, otro reto de la iconografía cristiana nos espera. Es el martirio de un santo y procede de una subasta. Los datos concretos, tanto de la iconografía como de la venta, los daré el próximo jueves 18. Mientras tanto, espero que vayáis aportando vuestras pistas.
P. D.: Gema, llevo mucho sin verte por aquí. Jesús, ¡¡se echan de menos tus sabrosos comentarios!!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarDios envió un gran pez para que se lo tragara cuando intento huir
ResponderEliminarHola Miriam!
ResponderEliminarMe alegra verte por aquí. Gracias por tu pista. Tengo que decir que tu intento es muy bueno, pero... creo que estás pensando en un personaje del Antiguo Testamento, y éste que tenemos aquí no aparece en la Biblia. Fue un mártir hispano. De todos modos, gracias de nuevo y no te desanimes!!
Un saludo, Raquel
Raquel, enhorabuena por tu blog. Nos haces pensar e investigar sobre el arte y su iconografía. Felicidades por ello.
ResponderEliminarAh, representa el martirio de San Vicente, aarojado al mar Mediterráneo?
Hola Pablo
ResponderEliminar¡Muchas gracias por tus palabras!
Respecto a tu propuesta... No quiero desvelar el asunto iconográfico hasta la semana que viene, por si hay alguien más que quiera aportar alguna idea.
De todos modos, si quieres, para mantener un poco la intriga del juego, la próxima semana puedes dar alguna pista de la iconografía que proponga, sin llegar a desvelar lo que es y así, entre todos, ir llegando a la conclusión.
Espero seguir viéndote por aquí!!
Gracias de nuevo!
Un saludo, Raquel
En cuanto apareció este nuevo reto me puse a buscar y encontré algún santo con un final tan claro como el del cuadro. Poco después, el comentario de Pablo me hizo pensar que yo estaba equivocado y me anclé también en esa idea. Sin embargo, creo que no se trata de ese santo con quien el emperador Diocleciano (y en su nombre Daciano) no se mostró muy clemente, si no todo lo contrario; no he leído muchas vidas de santos pero también he de decir que no recuerdo ningún otro que haya sufrido ese montón de suplicios. A pesar de ello, y considerando la parte de leyenda que tienen todas estas historias, parece ser que nuestro paisano San Vicente (mártir) acabó sus días en una buena cama, aunque parezca irónico. Es cierto que cuentan sus panegiristas (entre ellos S. Agustín) que su cadáver terminó siendo arrojado al mar, pero lastrado con una rueda de molino que, de forma extraordinaria desafió a la ley de la gravedad según he leído.
ResponderEliminarDe acuerdo con mis pesquisas, el santo del que se trata tenía un rango algo mayor que el de diácono que alcanzó S.Vicente. Su nombre me imagino que debe de provenir de un adjetivo que figura en la Salve latina, aunque sin ninguna relación directa con él. Donde sí se le nombra a este Papa, más antiguo que S. Vicente (vivió bajo nuestro paisano el emperador Trajano), es en el Canon de la misa. Probablemente, la mayoría de vosotros (al igual que yo) no lo habréis oído citar por ser “post-conciliares” pero puede que hayáis hojeado algún misal romano o, ¿quién sabe? , escuchado alguna misa vaticana por tv.
Este santo es citado, entre otros por S. Ireneo y es, después de S. Pedro, el primero en escribir un documento papal. La conmemoración la celebra la Iglesia dentro de unos días.
Aunque tampoco es seguro que su final fuera el del cuadro, sí se habla de haber sido lastrado al fondo y también del desafío a la gravedad para alcanzar su cadáver la orilla del mar y poder ser así recogido y enterrado. Respecto al cuadro citado, lo que más me hace suponer que estoy en un error es que no veo ningún atributo característico de papa, como fue el caso, por ejemplo, de la tabla mostrada hace unos días sobre el milagro de la misa de S. Gregorio Magno; es cierto que su cuerpo sólo está parcialmente cubierto por un lienzo o paño con lo que la tiara u otro objeto no tendría mucho sentido, pero sí podría estar en alguna parte pintada. De todas formas, el ancla es un símbolo característico de este papa, como lo es de S. Nicolás (lo que ha llevado en ocasiones a error), si bien en el caso del obispo es por otras razones.
Bajo su protección o advocación se han puesto muchas iglesias, destacando por su belleza una de las joyas de nuestro Románico, que aparece en todos nuestros textos de Historia, y cuyas pinturas originales, destacando el Pantócrator, se encuentran en el Museo Nacional de Arte de Cataluña. Por desvariar un poco, también los que tenemos una edad recordamos que el santo daba también nombre a una famosa quina.
Por comentar algo más, si bien con una escasa relación con el reto, parece que santa Filomena, otra mártir de tiempos de Diocleciano, también sufrió un intento de ahogamiento, esta vez en el río Tíber, con un ancla aunque en este caso, según la controvertida historia (incluso ella no está incluida en el martirologio romano), se salvó ayudada por unos ángeles que cortaron la cuerda sin poner en vergüenza a Arquímedes en este caso.
Esperemos que, como siempre, nuestra amiga Raquel sea clemente con los fallos y nos ilustre con sus conocimientos.
Jesús.
Hola Jesús!!
ResponderEliminarQué alegría volver a leerte! Muchas gracias por tan extensa y acertada explicación!
Precisamente elegí esta obra porque la sala de subastas la titulaba erróneamente (aunque no llegué a deciros cuál era el título, ni la sala, que lo veremos la próxima semana).
Decidí comprobar si la catalogación era correcta y tal vez yo no recordaba bien ambas historias, y consulté en el Reau las vidas de los dos santos (el que ellos decían y el que pensaba yo); sin embargo, cuando contesté a Miriam -y no me había dado cuenta hasta ahora-, acabé haciendo una alusión errónea yo también, y no sé si por eso confundí a alguien más, e hice pensar en un santo que no era. Supongo que al final yo también acabé creyendo que la sala tenía razón, a pesar de lo que decía Reau... Ay, ese subconsciente, que me ha traicionado!!
De todos modos, lo que comentas está apuntando directamente a lo que de verdad es, y el ancla es un detalle muy, muy importante del que hablaremos la próxima semana, porque también tiene una interesante simbología.
Gema: hemos visto a este santo en clase? Porque recuerdo haber hablado de él, pero no sé si contigo o en otro sitio. Ahora, al que podemos confundir con él, casi estoy segura de haberlo visto contigo.
Un saludo,
Raquel
Raquel, perdona mi ausencia en escribir, pero estoy "con el agua al cuello" de líos, pero os sigo leyendo siempre.
ResponderEliminarCreo como Jesús que este santo debe corresponder al "de la quina" o más artísticamente hablando al de la preciosa basílica de Roma (que no hay que perder su visita...) como a la preciosísima iglesia románica catalana....o el nombre de una pequeña ciudad de Cuenca bastante curiosa...
En clase no vimos a tal personaje , pero sí vimos a un santo famoso (creo que te refieres a éste) por tirar por la ventana tres bolsas de dinero o tres bolas de oro a un padre para la dote de sus hijas, o resucitar a tres niños...etc, y salvar un navío de una tormenta. De ahí que este segundo, también aparezca representado a veces con un "áncora". Pero no creo, pertinente al cuello.
Un saludo, y...sigamos, que esto es muy alentador. Gema
Hola Gema!
ResponderEliminarQué bien, que esta semana nos estamos reencontrando todos! (ahora sólo faltan Galván y Torrichi, que alguna vez han estado por aquí, pero llevo mucho tiempo sin verlos). Y, como bien dices, esto es muy alentador (e interesante, añado yo).
No te preocupes, que si estás liada, entiendo que no puedas estar al pie del cañón tanto como a ti te gustaría.
Bueno, pues ahora ya sí que parece que todos tenemos muy claro de qué santo se trata.
Ya hablaremos también de los otros dos santos que han salido a colación, así como del personaje al que aludía Miriam al principio, pero poco a poco, que no tengo tanto tiempo para dedicarle al blog como me gustaría...
Un abrazo,
Raquel