El Museo del Prado nos ofrece la oportunidad única de disfrutar de una curiosa obra de El Greco: Vista y plano de Toledo.
Es la primera vez que este gran lienzo (132 x 228 cm.) abandona Toledo y ha llegado a la pinacoteca madrileña con motivo de la restauración arquitectónica del Museo del Greco, cuya reapertura está prevista para el primer semestre de 2011.
La obra, realizada durante los últimos años de vida del pintor, fue encargada -probablemente- por su amigo y administrador del Hospital Tavera, Pedro Salazar de Mendoza. Precisamente ése es el edificio que aparece en primer término, sobre una nube, magnífica muestra de la arquitectura renacentista en España.
Resulta llamativa y atípica esta representación de Toledo: por un lado, nos ofrece una vista en perspectiva tomada desde el camino a Madrid; por otro, un joven sostiene un plano en el que se observa con detalle el entramado urbano.
La complejidad de la composición aumenta al incluir también, a la izquierda del espectador, una alegoría del río Tajo, representada según la tradición, mediante la figura masculina de un dios fluvial vertiendo un recipiente lleno de agua con una de sus manos y sosteniendo una cornucopia o cuerno de la abundancia, en la otra. Finalmente, en el celaje, aparece el patrón de Toledo, san Ildefonso, en el milagro más importante y representativo de su leyenda: cuando la Virgen le impone con sus propias manos una casulla, premio como reconocimiento a la labor que hizo el santo arzobispo en defensa de la virginidad de María.
Junto a ésta se expondrán las obras San Sebastián, San Andrés y san Francisco, y San Bernardino, con cartelas en las que se indica qué edificios de la ciudad aparecen en cada una. Todo esto, en la sala 8A del Edificio Villanueva.
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