Su leyenda nos indica que fue un soldado romano de origen austriaco que, durante la persecución de Diocleciano se presentó en Lorch ante el prefecto Aquilino, tras saber que cuarenta de sus compañeros cristianos habían sido detenidos. Murió en 304 después de negarse a ofrecer sacrificios a los dioses, siendo arrojado al río Enns con una piedra de molino atada al cuello, lo que hizo que fuese invocado contra las inundaciones. Su cadáver quedó atrapado en una roca, y fue velado por un águila hasta que una mujer le dio sepultura en el lugar donde después se levantaría el convento agustino bajo su advocación.
Aunque escaso en España, es un santo muy popular en la región del Tirol y en Baviera, también en Cracovia y en Bolonia. A finales del siglo XV nació su patronazgo más conocido, el que le hace protector contra los incendios. Antes de ese momento, se le representaba con una piedra de molino y con vestimenta guerrera pero, desde entonces, su principal símbolo
parlante es un cubo de agua con el que apaga el fuego de un edificio (como en el ejemplar de la catedral de Vilnius, Lituania -derecha-). Supuestamente, esta función surgió del hecho de que, en la iglesia de Lorch, era venerado junto a san Lorenzo quien sí que había desempeñado su papel como protectos contra el fuego. Para equipararlos, se supuso que el las plegarias del santo guerrero habían apagado las llamas de un incendio en una casa. Y, de ahí, pasó a ser también patrón de los deshollinadores.
En Baviera y Austria, su imagen aparece pintada en las fachadas de las casas y suele coronar también las fuentes públicas.
Como curiosidad, en Centroeuropa resulta bastante habitual que forme pareja de san Juan Nepomuceno, siendo éste protector contra los peligros del agua.
Bibliografía: Louis RÉAU, Iconografía del arte cristiano. Iconografía de los santos A-F, Barcelona, Del Serbal, 1997p. 536-538
Imágenes: http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Saint_Florian_Cluny.JPG?uselang=es; http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Saint_Florian_in_Vilnius_Cathedral.jpg?uselang=es
Qué curioso lo del santo con el cubo de agua de Vilnius, no conozco nada parecido en España.
ResponderEliminarSaludos!
Hola Roberto:
ResponderEliminarSí, la verdad es que no es un santo habitual en España. No quiero decir que no haya ninguno, porque tal vez alguno se podrá encontrar, pero la verdad es que yo tampoco he localizado ni uno solo en nuestro país...
Gracias por pasar por aquí. Un saludo,
Raquel