Para esta semana he elegido un asunto mitológico. Es un cuadro que se vendió en una sala de subastas internacional, junto a otro con el que formaba pareja.
Creo que los especialistas de la sala vieron a la vaca y se equivocaron de mito...
Bueno, yo lo dejo aquí, por si hay alguien a quien se le ocurra quienes pueden ser los personajes que vemos, y dentro de siete días hablaremos de lo que decían en la sala y veremos la solución al "enigma".
No sé si la vaca está como símbolo o emblema maternal relacionado con el personaje femenino y el error consiste en su relación con el fogoso varón por otra historia con otra mujer. Creo que se trata de un matrimonio incestuoso, algo frecuente en esos tiempos. Si no me equivoco, ambos nombres comienzan por la letra J en la mitología romana.
ResponderEliminarNo sé si estoy en la inopia más que en el Olimpo por no haber buscado nada en alguno de los sitios de Internet recomendados o aprovechando que puede leerse el nombre del autor.
Jesús.
Hola Jesús
ResponderEliminarBueno, no te preocupes por el nombre del autor, porque más bien parece que está en el marco por error y no es una obra de ese maestro.
Sí que en la historia están los dos personajes que empiezan por J, y por ahí vas bien, aunque en realidad el lienzo sólo muestra a uno de ellos. Es que este señor de la J, que estaba casado con la señora que también se llama J, era muy "enamoradizo", y en este caso, el lienzo muestra uno de sus escarceos con una muchacha más joven y que no se llama J... Y, encima, la pobre tuvo que sufrir picaduras como castigo, aunque ella no tuvo culpa de nada.
Un saludo,
Raquel
Entonces parece que es el otro caso en el que “io ho pensato”, como creo que se dice en italiano y que tomé como el error de los especialistas. La que yo decía es la culpable de las picaduras ¿no?
ResponderEliminarJesús.
Así es, Jesús. Era muy vengativa y celosa, pero lo cierto es que motivos no le faltaban para ser desconfiada...
ResponderEliminarRaquel
Por jugar un poco más con la homofonía: Ella era una que no soportaba que él se llevase otras a la era, lo cual es natural.
ResponderEliminar¿No es muy conocido lo que pasó? Quiero decir que me sorprende un poco que los especialistas no pensaran primero en esa historia, al ver la vaca, en vez de en otra.
Jesús.
Sí, es cierto. Creo que el ver la otra pintura con la que hace pareja (de la que ya hablaremos también la próxima semana) pudo ser lo que les llevó a error. De todos modos, algunas veces puedes encontrar confusiones iconográficas inexplicables por lo evidente que resulta el asunto, incluso en salas internacionales (lo digo por la merecida fama de buena preparación que tienen sus expertos, no por menospreciar a las nacionales, que también las hay muy buenas).
ResponderEliminarPor cierto: veo a Gema muy callada...
Saludos, Raquel
!ESTOY LEJOS, PERO NO OS OLVIDO. A LA VUELTA ME PONGO AL DIA. SALUDOS. GEMA
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