En este caso, nos encontramos con otra obra del Victoria and Albert (uno de mis museos preferidos, por cierto, cuyos fondos guardan piezas exquisitas perfectamente accesibles a través de su excelente página Web). La talla, realizada en Flandes hacia 1520, presenta cuatro momentos de la leyenda de san Jorge. Según ésta, el santo procedía de Capadocia y era en origen un oficial romano que salvó una ciudad entera aterrorizada por un dragón.
Los habitantes comenzaron ofreciendo ovejas al monstruo para calmar sus ataques y, cuando ya no quedaron más animales, tuvieron que recurrir a entregarle dos doncellas elegidas por sorteo. Precisamente el día que le había tocado a la hija del rey coincidió que san Jorge pasaba por alli, atravesando al dragón con su lanza y liberando a la princesa.
Los habitantes comenzaron ofreciendo ovejas al monstruo para calmar sus ataques y, cuando ya no quedaron más animales, tuvieron que recurrir a entregarle dos doncellas elegidas por sorteo. Precisamente el día que le había tocado a la hija del rey coincidió que san Jorge pasaba por alli, atravesando al dragón con su lanza y liberando a la princesa.
Según la Leyenda Dorada, sólo lo hirió, llevándolo atado por el cuello, como si de un perrillo se tratara, hasta el rey. En cualquier caso, el santo decidió repartir el dinero recibido como recompensa entre los pobres. Además, todos los habitantes de la ciudad se convirtieron al cristianismo.
A partir de ese momento es cuando se dan todas las torturas y muerte final: sufrió el suplicio del potro, se le intentó envenenar y, como santa Catalina, fue atado a una rueda erizada de espinas, entre otros suplicios. Finalmente, fue decapitado.
Lo más representado es la liberación de la princesa (asunto que ya los griegos habían desarrollado en el mito de Perseo y Andrómeda), que suele aparecer junto a un cordero, y se convirtió en el prototipo de caballero cristiano, siendo patrón de los jinetes, arqueros y ballesteros, e invocado para proteger a los caballos, así como contra las serpientes.
También, como en el anónimo tirolés del siglo XV subastado en Sotheby's, en julio de 2003, puede aparecer matando al dragón de pie, algo menos frecuente (izquierda, abajo).
Imágenes: http://collections.vam.ac.uk/search/?listing_type=imagetext&offset=0&limit=45&narrow=0&extrasearch=&q=Statuette+-+Scenes+from+the+Story+of+St+George&commit=Search&quality=0&objectnamesearch=&placesearch=&after=&after-adbc=AD&before=&before-adbc=AD&namesearch=&materialsearch=&mnsearch=&locationsearch=; Sotheby's.com
Imágenes: http://collections.vam.ac.uk/search/?listing_type=imagetext&offset=0&limit=45&narrow=0&extrasearch=&q=Statuette+-+Scenes+from+the+Story+of+St+George&commit=Search&quality=0&objectnamesearch=&placesearch=&after=&after-adbc=AD&before=&before-adbc=AD&namesearch=&materialsearch=&mnsearch=&locationsearch=; Sotheby's.com
Bibliografía: RÉAU, Louis, Iconografía del arte cristiano. Iconografía de los santos. G-O, Barcelona, Del Serbal, 1997, pp. 153-162
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