Se trata de una vidriera datada entre 1522y 1526, aproximadamente, y parece probable que fuese realizada en los talleres de Everhard Rensig o Gerhard Remisch.
Procede del claustro del convento cisterciense de Mariawald, en Alemania, donde estuvo hasta 1802, aproximadamente. Después, y hasta 1928, se instaló en una capilla en Hertfordshire y el 12 de julio de ese último año se vendió en Sotheby's, siendo adquirida por un coleccionista privado que después la donó al museo donde ahora se localiza.
Este asunto está narrado en: Ex. 32:19. La Biblia narra cómo Moisés había subido al monte Sinaí, donde recibiría las tablas de la Ley, escritas por la mano de Dios. Mientras tanto, los israelitas habían fabricado un becerro de oro al que adorar, con los pendientes y joyas que había recogido Aarón de los allí reunidos, y cuando Moisés baja de la cima y se encuentra el festejo, montando en cólera, rompe contra el suelo las tablas y destruye el animal, mezclando las cenizas resultantes con agua, que hizo beber al pueblo de Israel.
La vidriera muestra, por un lado, a Moisés al pie de la montaña en la actitud de lanzar las tablas al suelo y, por otro, a varios israelitas danzando alrededor de la columna en la que se levanta el becerro.
Otros artistas, como Gustave Doré (1832-1883) representaron este mismo asunto. En el caso de la estampa de este artista (derecha), está plasmado con una gran intensidad dramática, con el protagonista levantando las tablas sobre su cabeza mientras varios personajes se arrojan a sus pies en actitud de súplica.
Bibliografía: RÉAU, Luis, Iconografía de la Biblia. Antiguo Testamento, Barcelona, Del Serbal, 1996, pp. 242-244
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