La semana pasada proponíamos como "iconografía oculta" esta pintura que había salido a subasta en Segre.
La sala la titulaba "Anuncio del nacimiento de san Juan Bautista a Zacarías". En realidad, lo que aparece es el sacrificio de los padres de Sansón.
La historia de Sansón, narrada en el Libro de los Jueces, comienza cuando a su madre se le aparece un ángel para anunciarle que, a pesar de su esterilidad, concebirá un hijo , algo que se ha entendido como prefiguración de la propia Anunciación a María por parte del arcángel san Gabriel. Después de contárselo a su marido, Manué (o Manoaj), el ángel apareció una segunda vez, y Manué le ofreció un cabrito asado que, por indicaciones del ángel, le ofrecieron al Señor en holocausto. Justo en el momento en que las llamas subían desde el altar hacia el cielo, vieron por última vez al ángel sobre ellas. Se postraron y la visión desapareció.
La escena sigue al pie de la letra la narración bíblica. No es demasiado representada, como tampoco lo es la primera parte en la que la mujer de Manué recibe la visita del ángel, aunque algunos ejemplos se pueden encontrar, como el lienzo de Tintoretto -hoy en el Museo Thyssen- o el óleo sobre cobre de Carlo Saraceni, del Öffentliche Kunstsammlung de Basilea (imagen de la izquierda, tomada de: http://www.wga.hu/index.html).
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